En este momento, padres e hijos tenemos una idea que nos acompaña en el día a día, el regreso al cole se acerca… sentimos de todo; ganas de que comience, no queremos que esté tan cerca, esperamos que sea un curso que lleven bien nuestros hijos, nos cuesta organizarnos con los nuevos horarios del colegio, extraescolares…
Tanto los niños como los padres vivimos este momento con una increíble sensación de potencial, una tabla rasa sobre la que volver a escribir una nueva experiencia. En estas semanas los padres hacemos todo lo que podemos para que nuestros hijos comiencen preparados, compramos los libros, ropa, material escolar y también ayudamos a crear el espacio perfecto estudio en casa… Tenemos la esperanza de que estos preparativos ayudarán a nuestros hijos en el nuevo año escolar.
Para nuestros hijos es un cambio importante, pasan en unos pocos días de dos largos meses de ocio, juegos y planes con amigos y familia, a ajustarse en uno o dos días a un nuevo horario escolar, nuevos profesores, trabajos y deberes en el colegio y en casa. Además, los nuevos cursos y ciclos aumentan en dificultad, no regresan a lo conocido, tienen estructuras sociales más complejas, aumenta su responsabilidad.
Una vez que pasa septiembre, es bastante común que nos preguntemos a dónde fue todo nuestro entusiasmo del inicio del curso
Si sois de los que queréis mantenerlo sigue leyendo estos 3 consejos y ponlos en práctica:
- Siempre es importante hablar con los hijos, es obvio, pero al inicio del curso es un momento en el que no nos podemos descuidar y no está de más que hagamos un propósito para ello. Habla con tu hijo cada día: pero cambia la pregunta típica que hacemos todos «¿qué tal te fue en el cole hoy?» ya sabes que te van a responder” bien». Pregúntale sobre sus proyectos de clase o sobre sus amigos. “¿Estuvo Julia hoy tan mandona como ayer? ¿qué chiste te contaron hoy en clase de pintura? ¿Jugaste al “pilla pilla” en el recreo? También es importante preguntar por los profesores o por la canguro que los recoge. Según nos responda nuestro hijo nos podemos hacer una idea de cómo le va en el cole cada día y estaremos atentos a si está llevando bien el inicio del curso.
- No pierdas la oportunidad. Si presientes que tu hijo se agobia con los deberes o con una asignatura en concreto actúa desde el primer momento. En ocasiones nos engañamos pensando que puede mejorar a lo largo del trimestre si le pedimos que se concentre más o le ayudamos durante el fin de semana… Pero ¿eres un experto en la materia? o ¿quieres pasar el tiempo que tienes libre con tu hijo convirtiéndote en su profesor/a particular? Plantéate si no es mejor solución encontrar un profesor particular que le pueda ayudar con esa asignatura que nunca fue tu fuerte. Incluso si es sólo por un día a la semana, un profesor particular puede darle al niño una atención especial que puede no estar recibiendo en el colegio.
- Proponte contagiar el entusiasmo por aprender. Todos llevamos diferentes ritmos de aprendizaje, por eso es importante fijarnos en los avances específicos de nuestro hijo, sin comparaciones. Si por ejemplo está aprendiendo a leer, le podemos felicitar por lo bien que lee su nombre, por cada avance que veamos, o por cómo se esfuerza. También, podemos comprar libros divertidos que le interesen o sacarlos de la biblioteca o para leerlos juntos en casa.
Seguro que están leyendo algunos libros en clase, o tratando distintos temas y podemos incorporar sus temas al tiempo libre en familia. Puedes programar visitas a museos de ciencia, de astronomía, prehistoria, o lugares que tengan relación con sus temas,
¿Están aprendiendo a sumar y restar? Que os ayuden a contar las cucharadas de harina en una receta, o pídeles que os cuenten las monedas que necesitamos para comprar una barra de pan o un refresco…
¡Esperamos que tengáis un inicio y un curso escolar estupendo!