6 claves para ayudar a nuestros hijos a tener mejores padres

Familia Fácil, ha brindado a los empleados de Cepsa, la oportunidad de escuchar y aprender de Matti Hemmi cómo hacer a nuestros hijos más felices. Es el segundo año que, de forma conjunta, se organiza una jornada como esta, en la que el eje central es la conciliación real en las empresas, y que en este caso , esta gran multinacional, lleva a cabo con nosotros.

Desde luego la tarea no es fácil, pero Matti nos ha dado 6 sencillas pautas para lograr que nuestros hijos tengan los mejores padres que puedan imaginar. ¿Te interesa? ¡Pues toma nota!

En su introducción Hemmi nos ha recordado dos cosas que me parecen importantísimas y que no siempre recordamos. La primera es que todos, seamos padres o aún no, hemos sido hijos, de eso no hay duda. Siendo pequeños seguro que todos dijimos (o al menos pensamos) aquello de “cuando sea padre jamás haré esto”, pero lejos de la afirmación, al convertirnos en padres no hacemos otra cosa que copiar los hábitos de los nuestros y replicarlo con los hijos.

Esto nos lleva a la segunda cosa, y es que nuestro roll de padres nos convierte en líderes, ejemplos que nuestros hijos imitarán constantemente, y esta es la mayor responsabilidad que tendremos en la vida.

Nuestras neuronas ejercen de espejo: Todo lo que nos rodea influye a nuestro comportamiento, y eso es lo que nosotros transmitiremos a los demás, por ello es tan importante adoptar una actitud de optimismo, y evitar aquellos imputs negativos (internos o externos) que alimentan nuestro cerebro. ¡Recuerda que convives con pequeñas personitas muy influenciables!

Para lograrlo quizá debamos abandonar en ocasiones nuestra zona de confort, y trabajar por lo que queremos, sólo así alcanzaremos la meta con éxito. Cuanto más ampliemos esa zona de confort, más la enriqueceremos y por tanto más aprenderemos.

Vayamos ya con las 6 claves que Matti Hemmi nos ha compartido.

-Debemos mostrar una actitud “OK NO”
Hay que entrenarse para cambiar, para asumir el cambio, adaptarlo y aprender de el. Hay que aprender a aprender. También es fundamental que aprendamos a ser coherentes con nuestros actos. ¿Qué ejemplo damos como líderes si, por ejemplo, decimos a nuestros hijos que fumar es malo, mientras sostenemos un cigarrillo?

En este punto aprendemos con Hemmi la teoría del PLUS-PLUS: “I´m OK, you are OK”, si ambas personas están bien es una situación perfecta, la relación entre ambos marcha bien, pero hay otras posibles combinaciones.
¿Qué pasa si el escenario es PLUS-MENOS? Tendemos a cosificar al otro. Frente a una desavenencia debemos estar de acuerdo en que hay dos zonas de confort diferentes,  dos imagos diferentes. Debemos respetarlo y escucharlo para comprender, y poder reflexionar ambas posturas. Hay que intentar entender al otro, ponerse en su lugar, y aunque opuesto a ti, respetarlo.
MENOS-PLUS me cosifico yo ante la otra persona. Hay que esperar que él/ella haga lo que hemos visto en el punto anterior, para lograr el respeto mutuo. En un escenario con MENOS siempre se adopta un papel, por ejemplo de víctima ante el otro. Un ejemplo: «Mamá. la profesora me tiene manía por no haber hecho los deberes» Niño=MENOS, actitud de víctima, frente a la profesora= PLUS.
MENOS-MENOS cuando ambos nos cosificamos.

-Ojo con la proyección de nuestro Imago Deseado
Inconscientemente proyectamos sobre nuestros hijos nuestra idea deseada para ellos, para su futuro. ¡Cuántas veces un padre le dice a su hijo «tu serás abogado o médico como yo«! Pues eso es un gran error. Lo que debemos hacer es animar a que nuestros hijos saquen y exploren su pasión, y ayudarles a ello. Proyectando nuestra Imago, lo único que hacemos es proyectar nuestros miedos, y esto sólo hará que se frustren y bloqueen. Hay que fomentar su autoestima, incentivar el PLUS PLUS.

-No prometas aquello que no vayas a cumplir.
Hay que llevar hasta el final lo que les prometemos, ya sea un premio o un castigo. Si no lo cumples, mermas cada vez tu coherencia y tu credibilidad. Si tu no eres coherente, ellos no lo serán ¡recuérdalo! Asume que, no cumplir las promesas, trae consecuencias.

-Las comparaciones son odiosas.
Nuestros hijos son perfectos por si mismos, sin condiciones, sin comparaciones. ¿Te preocupa lo que opinen los demás? Pues no olvides que te preocupa a ti, te da miedo a ti, no a tus hijos, así que deséchalo porque no trae nada positivo, y lo único que lograrás es proyectar ese miedo sobre ellos.

-No seas conformista ¡quejarse no es malo!
Quejarse de lo que no te gusta es el primer paso para cambiarlo. Quejarse no ha de ser negativo. Da las gracias siempre por aquello que no te gusta, que no compartes, y trata de darle la vuelta.

-Deja que ellos tomen sus propias decisiones.
Aunque estés viendo que están equivocados, deben hacerlo ellos. Puede que para nosotros resulte doloroso, pero lo que debemos hacer es acompañarles. Es la mejor enseñanza para ellos.

Os recomendamos además que veáis este fantástico vídeo ¿Te atreves a soñar? de nuestro experto que te dará otras ideas para mejorar la relación contigo mismo, y con los que te rodean.

Esperemos que os haya parecido interesante, ahora viene lo complicado ¡ponerlos en práctica!